Manisa es el sanjak más importante del estado otomano y, por tradición, el shahzadeh que gobierna este sanjak está un paso más cerca del trono.
Mustafa gobernó Manisa durante mucho tiempo, pero después de haber cometido un par de errores, los enemigos informaron de inmediato. soberano, Suleiman decidió entregar el sanjak de Manisa en manos del gobierno de Mehmet, y enviar a Mustafa a Amasya.
Con la ayuda de Mahidevran, Mehmet enferma de viruela y abandona este mundo. Ahora ha llegado el momento de nombrar una nueva shahzade en Manis.
El sultán Suleiman reunió a todos sus hijos en su palacio para la ceremonia de entrega de la espada a Jihangir, pero todos entendió que luego de la ceremonia se anunciaría un "hombre afortunado", quien sería considerado el principal heredero trono.
La espera se prolongó y todos en el harén esperaron con anticipación la decisión del soberano, de la que nadie, excepto Suleiman, sabía.
Es cierto que Alexandra Anastasia Lisowska, sin embargo, hizo su contribución y aconsejó a Suleiman que gobernara a Manisa para enviar a Selim. Y coincidió la opinión del soberano con su esposa.
Mihrimah se enteró de la decisión de su padre y su madre y estaba muy disgustada. Después de todo, Selim no es un shahzadeh sereno y voluntarioso, ¿cómo puede manejar un sanjak tan grande? En su opinión, Bayazid debería haberse convertido en un sanjakbey: es valiente, valiente y sereno.
Pero, Alexandra Anastasia Lisowska decidió salvar a Bayazid con esta decisión:
- Bayezid es independiente y tiene mal genio. Él es mi esperanza y mi apoyo, y no puedo dejarlo a merced de los enemigos, como sucedió con Mehmet.
Selim es flexible, no tiene ambiciones. Nadie lo ve como una amenaza. Bayazid tiene todas las cualidades que tiene su padre, es inteligente y valiente, lo que significa que las personas envidiosas lo verán inmediatamente como un rival y también intentarán quitarle la vida.
Con esta decisión, salvé la vida no solo de Bayazid, sino también de Selim.
Suleiman, habiendo tomado tal decisión, dijo que esto no significa nada.
- Yo no decido quién se convertirá en el heredero del trono, sino solo Alá.