Temor por su propia vida, Rustem - Pasha no pudo sostenerse con dignidad, y en el cuerpo de los jenízaros insultó a los soldados, ordenando a su edad que probara la sopa que le sirvieron.
Los jenízaros sabían de antemano que el Pasha temblaría de miedo y su plan funcionó.
El mismo Rustem trajo discordia a su relación. Cuando el jefe jenízaro, Ali - ajá, expresó su disgusto, los guardias de Rustem sacaron sus sables.
Suleiman, al enterarse del incidente en la guarnición de los jenízaros, se enfureció y, después de una investigación, dictó una dura sentencia: enviar al gran visir al exilio en Herzegovina.
Mihrimah, sabiendo que si la reputación de su marido sufre, su reputación también se verá afectada, y decidió hablar con su padre. Pero, como saben, las decisiones del sultán no son impugnadas y Suleiman no cambió su decisión.
Mihrimah decide que si no puede revertir la decisión del soberano, puede posponerla por un tiempo. Ella ordena a la droga que prepare un caldo inofensivo que la "derribará" como a una paciente.
Suleiman, al enterarse de la enfermedad de su amada hija, permitió que Rustem se quedara con su esposa hasta que se recuperara.
Pero la enfermedad no puede durar para siempre, y Rustem aún tuvo que abandonar la capital.
¿Qué impulsó a Mihrimah, el amor por su esposo o su propio honor? De los fotogramas de la película, se puede juzgar que la hija del soberano estaba más preocupada por su reputación, pero a juzgar por los datos históricos, Mikhrimakh y Rustem se amaban mucho.