Rustem Pasha siempre sirvió con devoción a Khyurrem Sultan, lo que se ganó su favor. Fue la dama que ayudó al ex novio a alcanzar grandes alturas y convertirse no solo en el yerno del propio sultán Suleiman, sino también en el gran visir.
Cuanto más alta era la posición, más enemigos, pero Rustem se consideraba a sí mismo especial y que el destino de los visires del pasado no lo alcanzaría. Pero no tuvo en cuenta que su esposa Mihrimah se convertiría en su principal enemiga.
Al enterarse de que Rustem había traicionado a su amado hermano, Mihrimakh decide divorciarse del Pasha, pero para su pesar, el gobernante no dio su consentimiento para divorciarse, diciendo que Rustem estaba siguiendo sus órdenes.
Mihrimah pensó durante mucho tiempo cómo deshacerse de su marido y pronto se presentó la oportunidad.
Rustem tenía otro enemigo jurado que estaba sediento de venganza: Atmaja. En un momento, Atmaja juró que se vengaría del Gran Visir por la ejecución de Mustafa. Pero, siempre había algo en el camino, y después de Bayazid, a quien el guerrero le había jurado lealtad, prohibió por completo tocar al Pasha, prometiendo que aún le daría esa oportunidad.
Cuando Bayazid se refugió con el enemigo de su padre, el Shah de Persia, liberó a Atmaja y dijo que había llegado el momento de vengar a Mustafa, que ya no necesitaba al Pasha.
Al llegar a Estambul, Atmaja se reunió por primera vez con Mihrimah para contarle cómo estaba Bayazid, pero no ocultó que el propósito de su visita a la capital era vengarse de Rustem.
Mihrimah decidió ayudar al guerrero a cumplir este juramento y, al mismo tiempo, deshacerse de la "joroba en la espalda".
Mihrimah invita al bajá a su palacio para ver a los niños. En este momento, Syumbül deja entrar a Atmaja en el palacio. Por orden de Mihrimah, los niños fueron sacados del palacio y Atmaja finalmente se vengó de Rustem. Dejó este mundo, al igual que Mustafa.
Mihrimakh, con tristeza en su rostro, dijo que Rustem Pasha dejó este mundo por hidropesía. Y solo ella y Syumbül conocían la verdadera razón de la partida del gran visir de este mundo.