Muy a menudo no nos damos cuenta de las cosas obvias. Por ejemplo, los problemas de la persona más cercana en nuestra vida: un niño.
Apatía
El niño se volvió cada vez más autónomo. Aparecieron el secreto y la melancolía. Quizás abandonó un hobby que solía darle tanto placer.
Un cambio brusco de carácter
Solía ser ruidoso y alegre, ahora me he vuelto callado y triste. O viceversa: un niño moderado y tranquilo se ha vuelto demasiado activo, lo que no es en absoluto típico de él.Hablar de la muerte y el sentido de la vida.
En principio, no hay nada de malo en tales conversaciones. Especialmente cuando ocurren en la adolescencia. Pero es mejor discutir todo esto con los padres que luego encontrarán la huella de estos pensamientos "en el costado".
Malos hábitos
Por supuesto, tarde o temprano el niño probará el alcohol y los cigarrillos. Y si a la edad de 13-17 años todavía tiene sentido tratar de "corregir su cerebro", entonces, después de los 18, las palancas de su presión gradualmente se vuelven mucho más insignificantes. Aquí es importante tener una relación de confianza con el niño para no asumir la posición de "cuidador", sino más bien un buen amigo y mentor.
Cambio de apetito
Cualquier cambio en relación con la comida (tanto con rechazo como con comer en exceso) está plagado de problemas con el tracto gastrointestinal.
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