¿Hay alergia durante las vacaciones?

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Sucede. Y no se trata de las mandarinas. Necesitamos unir carne de cerdo, alcohol y baile. El resultado es una alergia peligrosa. Más bien, esto sucedió solo una vez, pero la historia resultó ser muy popular.

Todo comenzó con una alergia al ejercicio. Algunas personas alérgicas que intentaron hacer ejercicio se sintieron muy mal durante el ejercicio. Resultó que sus alergias se manifestaron exclusivamente durante los deportes.

Para ello, era necesario comer algún producto preciado 4 horas antes del entrenamiento, y luego por el esfuerzo físico se volvía malo.

Hay muchas explicaciones diferentes para esta alergia, pero la más popular es el aumento de la permeabilidad de la pared intestinal a los alérgenos.

Estamos contigo ya discutido diferentes tipos de dolor abdominal y otros trastornos gastrointestinales en deportistas. Se trataba de cómo, durante los deportes, varias toxinas pueden filtrarse a través de la pared intestinal y entrar en el torrente sanguíneo. Los atletas pueden sentirse mal por esto.

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De la misma manera que las toxinas, varias otras moléculas grandes como las proteínas ingresan al torrente sanguíneo desde los intestinos. Pueden ser alérgicos.

Y ahora una persona tan alérgica vive y no sospecha nada hasta que decide correr con el pulso alto. Y luego se enferma.

A veces, el ejercicio no es lo suficientemente duro como para hacer que sus intestinos goteen. Pero hay ayudantes que aumentan la permeabilidad. Estos incluyen aspirina o alcohol.

El alcohol abre puertas en la pared del estómago y los intestinos para los alérgenos. Junto con la actividad física, el alcohol actúa de manera amistosa.

Y luego, en 1994, sucedió una historia sorprendente que terminó mal para una de esas personas alérgicas.

El pobre era alérgico a los gatos. Esta alergia a veces reacciona de forma cruzada con las proteínas del cerdo. La persona alérgica comió en una fiesta de cerdo, bebió alcohol y bailó bien. Una buena porción del alérgeno entró en su torrente sanguíneo, y el pobre, por suerte, no se llevó su adrenalina. Terminó mal.

¿No te hicieron sentir mal los bailarines?

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