Entonces la madre se ve envuelta en un sentimiento de culpa y no entiende cómo mantener la calma en tales casos.
Aquí hay 5 pasos para acercarte a tu look perfecto de mamá tranquila.
1. Reconozca que solo usted es responsable de sus fracasos.
Es importante afrontarlo: no es su culpa que les grites a los niños.
El problema no está en los niños y no en la situación que te crean, sino solo en tu actitud hacia ella.
Sí, los niños suelen ser muy difíciles. ¿Pero no te sientes culpable por tu comportamiento desenfrenado? Esto significa que es contigo mismo que necesitas comenzar los cambios.
Cualquier bagatela, que la otra vez no notará en absoluto, puede enloquecer y convertirse en la última gota.
Por tanto, sería más correcto decir que no son los niños los que te sacan de ti mismo, sino que tú mismo pierdes los estribos por la confluencia de diversas circunstancias.
2. Encuentra desencadenantes y elimínelos
Cuando se trata de la ira de los padres, es mejor actuar en forma preventiva.
Analiza lo que suele ser el "colmo" después de lo cual te enfureces.
Puede ser prisa excesiva, desorden excesivo, hambre, cansancio nocturno, dolor físico, etc.Por ejemplo, te fue bien todo el día, pero al anochecer, sin tener tiempo para comer bien en un día y físicamente agotado, ya comienzas a gritar y pierdes la paciencia.
Por lo tanto, intente organizar su día para tener un refrigerio saludable y sabroso a mano y tener tiempo para relajarse y recuperarse. No es fácil, pero el conflicto con los niños es aún más agotador, sin mencionar los efectos dañinos a largo plazo.
3. Hágase tres preguntas importantes
Las emociones a menudo están fuera de nuestro control, especialmente los arrebatos de ira. Trate de "controlarlos" pensando por un minuto y respondiéndose solo a tres preguntas:
- ¿Es lo que hace el niño tan aterrador?
- ¿Por qué en realidad está haciendo esto?
- Si estuviera tranquilo y relajado ahora, de buen humor, ¿qué haría en esta situación?
Analice el problema antes de reaccionar. Mire la situación a través de los ojos de un niño: ¿qué necesita ahora, qué tipo de madre ve ahora, qué debe hacer si su madre está "hirviendo"?
4. Aléjate del bebé y haz una pausa
Ninguno de los padres amorosos quiere gritarle al niño o hacerle daño de ninguna manera.
Si la ira lo cubre y no tiene tiempo para analizar la situación, simplemente dé un paso atrás. Concéntrese en la edad del niño:
- si es muy pequeño, colóquelo suavemente en la cuna y tome aire por la ventana. Recuerda que no pasa nada terrible, la fatiga simplemente habla en ti. Todo esto seguramente pasará. Contando 6, inhala y exhala hasta 6, respirar con calma te devolverá el sentido.
- si el niño ya está en una edad bastante consciente, puedes decirle directamente sobre tus sentimientos: que estás muy enojado y listo para gritar, así que ve a la cocina por 5 minutos y pídele que no te toque. Cuando te quedas un poco, puedes explicarle al niño exactamente qué te hizo enojar y por qué, explicarle que no querías derramar tu enojo sobre él.
De esta forma, le enseñarás al propio niño a reaccionar ante las emociones negativas, ante su propia ira. Si le gritas, él también gritará cuando algo salga mal.
5. Encuentre una manera de desahogar sus emociones de manera segura
Reprimir las emociones negativas, incluida la ira, puede ser perjudicial para la salud. Expresar emociones es necesario, pero solo para que nadie resulte herido.
Quiero llorar, llorar, esta es una buena manera de deshacerse de la fatiga acumulada. Enciende tu música favorita, canta, baila, cómprate algo con lo que siempre has soñado, pero que pospones constantemente, haz algunos ejercicios físicos.
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