Si no puede darle un plato cuidadosamente preparado a su hijo, verifique si está en esta lista.
Sémola
Alguna vez se consideró un plato saludable, principalmente porque la comida escaseaba y la sémola llenaba.
Pero ni hace 30 años, ni ahora, casi ningún niño ama la sémola, sin importar el sabor que le dé.
Y no tiene sentido dárselo al bebé. Desde hace mucho tiempo se ha demostrado que los beneficios de la sémola no son muchos. Se puede reemplazar con éxito con cualquier otra papilla.
Repollo estofado
A los niños no les gusta el olor a repollo cocido y hervido. Alguien la tolera en borscht, alguien se niega categóricamente a comer.
¿Quizás su hijo disfrutará mordisqueando una hoja de col fresca? Esta sería una gran alternativa.
Cuajada natural
La abuela trajo requesón casero, ¿y el bebé arruga la nariz y se niega a comer? Es una pena, pero la situación es bastante común.
No hay nada de malo si, en lugar de requesón casero, el niño come yogur natural casero o guarda cuajada (es mejor dar preferencia a aquellos sin aditivos).Hígado
Debido al sabor específico, a muchos niños (y adultos) no les gusta el hígado. Sí, contiene mucho hierro, vitamina A, ácido fólico, pero si el niño está categóricamente en contra de comer esto, no debe obligarlo.
Recuerde que no es el único que siente aversión por el hígado. Y la violencia alimentaria nunca ha funcionado bien.
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