El médico examina las drogas más populares: "restauradores" del hígado. Parte 1
Hay muchos fármacos-hepatoprotectores ("restauradores" del hígado). Y el principal problema con ellos es base de evidencia débil, si no ausente. Los mecanismos de acción de la mayoría de los hepatoprotectores solo son hipótesis, pero no están probados.
Por favor, comprenda correctamente, esto no significa que todos sean inútiles. Pero por el momento no hay datos suficientes para afirmar al menos algo en cualquier dirección.
Solo hay una y única droga cuya eficacia no es sospechosa.
eso ácido ursodesoxicólico.
+ Protege las células desplazando los ácidos biliares insolubles en agua;
+ Promueve la síntesis y la capacidad de liberación libre de ácidos biliares. Es decir, promueve la "fluidez" de la bilis, y no su estancamiento (efecto colerético); - Reduce la síntesis de sustancias inflamatorias, es decir, el efecto inmunomodulador;
+ Bloquea el ciclo de caspasa de destrucción mitocondrial (efecto anti-apoptótico);
+ Potente efecto antioxidante.
No puede "recetarse" este medicamento a sí mismo, es debe ser estrictamente realizado por el médico. Se debe al hecho de que este es un medicamento poderoso con sus propias contraindicaciones.
Pero en mi opinion todavia hay drogas dignas de atención.
Empezaré por los más populares:
Fosfolípidos esenciales.
+ Antioxidantes;
+ Reponer los lípidos de la membrana, es decir, realizar una función de "construcción" de las células del hígado.
En los países occidentales, no están registrados como medicamentos, solo como suplementos dietéticos. Y en el espacio postsoviético, existen en forma de un medicamento bastante popular con un nombre de consonante.
Investigación clínica seria (p. Ej. Estudio cooperativo de Asuntos de Veteranos 2003) no mostró ningún resultado significativo en la restauración del tejido hepático en personas con cirrosis.
Además, en la hepatitis viral aguda y crónica, estas sustancias contraindicado ya que pueden contribuir al estancamiento de la bilis y al aumento de la muerte de las células hepáticas, es decir, la citólisis.
Hay un matiz más: en estas preparaciones, los fosfolípidos se presentan en forma de quilomicrones, que físicamente no pueden ir directamente al hígado. Primero, ingresan a la linfa, luego al tejido adiposo, donde se utilizan como energía o se acumulan. Además, incluso si se realizan infusiones intravenosas en lugar de cápsulas, no se puede lograr la administración directa al hígado. Por eso los fosfolípidos esenciales ineficaces, aunque hay algunos beneficios de ellos.
Continuará...
Su doctor Pavlova