Mientras Yigit fue destituido temporalmente de su cargo, descubre quién ordenó el asesinato de su padre. Yigit quería hacer todo de acuerdo con la ley, pero la familia del mercenario se negó a decir nada y luego Yigit decidió ir al crimen. Secuestró a Serkan (el nieto del mercenario) y decidió sacarle la verdad a golpes. Pero el niño resultó intratable y no reveló el secreto familiar al fiscal. Yigit no iba a retirarse y mantuvo a Serkan atado en el viejo edificio.
Ferhat entendió que su hermano se involucró en algún negocio, además, Yusuf (el hijo de un mercenario) llegó a las puertas de la mansión y exigió que les devolvieran a su hijo. Ferhat decidió preguntarle a su hermano qué estaba pasando, pero Yigit no tenía la intención de explicar nada.
Mientras Yigit se reunía con Ferhat, Serkan logró liberarse. Solo que no tenía la intención de correr. Quería vengarse del fiscal y por ello en un edificio abandonado llamó a sus amigos.
Cuando Yigit regresó al edificio abandonado, Serkan y sus amigos lo estaban esperando.
Amarraron al fiscal y Serkan personalmente decidió “divertirse” y, tomando un cuchillo, decidió comenzar con los dedos de la mano con la que Yigit lo golpeó.
No se sabe qué habrían hecho los chicos con Yigit si Ferhat no hubiera venido en ese momento. Quería averiguar en qué se había metido su hermano y lo siguió.
Ferhat "retorció" a dos chicos en un solo movimiento, el resto corrió como cobardes.
Ferhat, habiendo averiguado por los chicos quién era Serkan, le preguntó qué estaba pasando aquí. Serkan dijo que el fiscal lo había secuestrado y ahora quiere vengarlo. Ferhat tomó el cuchillo del niño y le ordenó que regresara a casa, su padre lo está buscando.
Ferhat desató a Yigit y luego le preguntó qué estaba pasando. Por qué violó la ley y fue al crimen, habiendo secuestrado al niño.
Yigit le dijo a su hermano que se había enterado de que estos “niños” vendían pólvora y por eso decidió iluminarlo. Ferhat no le creyó a su hermano, pero entendió que más Yigit no le diría nada.
