A menudo sucede que el bebé tiene hipo después de casi cada alimentación, lo que preocupa a la madre.
1. No, el niño no tiene frío. Los abuelos te demostrarán a varias voces que el bebé tiene hipo porque tiene frío, aunque haga +24 en casa. Pero no lo es.
2. El hipo es una variante de la norma. Durante la alimentación, el bebé traga aire en exceso, lo que provoca hipo. También puede surgir de una sobredistensión del estómago o de la ansiedad.
3. Alimentación bajo demanda. Al amamantar, la madre intuitivamente sabe cuándo necesita alimentar al bebé. De acuerdo con las recomendaciones de los pediatras, deben pasar al menos 2 horas entre tomas. Pero con una preocupación especial por el niño, este intervalo puede ser menor. Si el niño no tiene realmente hambre, no comerá. Al amamantar, un niño no puede comer en exceso, porque simplemente rechazará el exceso de comida.
4. Ajuste cómo el bebé toma el pecho cuando se alimenta. El agarre adecuado minimiza el riesgo de tragar el exceso de aire.
5. Durante la alimentación, trate de crear una atmósfera en el que el niño no esté distraído o perturbado.
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