Defne y Kahraman, desesperados por tener sus propios hijos, deciden utilizar los servicios de gestación subrogada.
En este asunto, son ayudados por Kiymet-khanum, quien encuentra una buena clínica en Chipre y una niña que accede a tener un hijo para la pareja.
Solo surgieron problemas en las clínicas: los óvulos de Defne no pudieron ser fertilizados, y la madre de Kahraman decide independientemente que este niño será su hijo y Elif. Y los jóvenes no necesitan saberlo.
Desde hace algún tiempo, Defne está segura de que es ella la madre del niño que lleva Elif, pero pronto todo el secreto se aclara.
Inicialmente, la conclusión del médico cae en manos de Defne, pero Kiimetkhanim se la arrebata de las manos de su nuera a tiempo y la quema en la chimenea.
En ese momento, una chispa de duda se encendió en Defne: ¿qué le esconde su suegra?
Más tarde, Defne sospecha que está embarazada y la prueba confirma sus sospechas. Pero después de ser examinado por un médico, Defne se entera de que nunca y de ninguna manera podrá ser madre.
Aquí Defne entiende que o el médico se equivocó o su suegra la engañó. Al recordar la conclusión de que Kiimet-khanum ardía frente a sus ojos, tiende a la segunda suposición, pero la suegra no lo admite.
Para entender este problema hasta el final y descubrir toda la verdad, Defne le dice a Kahraman que se va de viaje de negocios, y ella misma acude a una clínica en Chipre, donde descubrirá toda la verdad.
La verdad es dura: Defne no puede tener hijos, y el niño que lleva Elif es el hijo de Elif y Kahraman.