Estropean los dientes, interrumpen el apetito, añaden calorías extra, pero ¿cómo deshacerse de ellos?
1. La reducción de la cantidad de dulces debe ser gradual.
El azúcar es una especie de droga. Y renunciar a ello es muy difícil, especialmente en la infancia, cuando el autocontrol está poco desarrollado. Negarle a un niño todos los dulces habituales es traumático, simplemente buscará formas de eludir las prohibiciones.
2. No guardes dulces en casa
Para que un niño consuma menos azúcar, el resto de la familia debe regirse por el mismo principio. Si es costumbre en una familia beber té sin galletas, entonces el niño se acostumbrará. Pero es imposible acostumbrarse al hecho de que los adultos comen, pero está prohibido. Por cierto, el almacenamiento de existencias se refiere no solo a los postres, sino también a los refrescos, salsas, etc.
3. Reemplaza los dulces dañinos por otros útiles
La miel con nueces, frutos secos, bayas y frutas frescas son alternativas mucho más saludables a los dulces habituales.
4. Deje a su hijo al menos un caramelo al día
La fruta prohibida siempre es dulce. Si elimina por completo los dulces de la vida del niño, éste encontrará la manera de comerlos fuera de casa. Por lo tanto, es más seguro darle al menos un dulce al día.También te interesará leer:
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