Todo ello favorece a adultos con baja autoestima que se critican constantemente a sí mismos.
La ausencia total de autocrítica es definitivamente mala. Si una persona analiza su comportamiento, sus relaciones con otras personas, acciones y errores, entonces con un autocrítica, se desarrolla y comienza a actuar mejor: trabajar de manera más eficiente y aprender, comunicarse de manera más productiva con otros.
¿Cuáles son las señales que te dicen que tu autocrítica ya se ha vuelto tóxica?
- Consideras tus éxitos como un accidente y tus fracasos y errores como un patrón.
- Le preocupa que lo "descubran", que sea un incompetente y que lo despidan.
- Cuando llega el éxito, cree que ha hecho exactamente lo que cualquier otra persona pudo.
- Cuando te equivocas, parece que ha llegado la "exposición", y ahora todo el mundo sabe que eres "bueno para nada".
- Cada pequeño error y crítica en tu trabajo te saca de la rutina.
- No sabes aceptar los cumplidos y a cambio siempre hablas de tus defectos.
- Nunca pides ayuda o consejo, no sea que pienses que eres un incompetente.
- Nunca estás contento con el resultado que tienes.
¿Qué hacer con tal autocrítica?
Después de todo, la autoexcavación innecesaria, atribuirse a sí mismo y a los demás las cualidades que acaba de pensar es una pérdida de tiempo ineficaz y dañina.
1. Practica dar y recibir elogios y cumplidos
Diga lo que diga, pero no solo el salario nos motiva a trabajar, sino también el hecho de que nuestro esfuerzo sea visto y apreciado.
Asimismo, en las relaciones con los demás, queremos mostrarnos desde nuestro mejor lado y obtener una valoración digna de ello.
Practique con su cónyuge: túrnense para elogiarse mutuamente por algo y hacer cumplidos. La parte receptora debe contestar con algo de cortesía, sin "para nada", "pero donde hay" y alguna autocrítica.Este ejercicio psicológico también les revelará a los demás desde un nuevo lado como socios.
2. Elogiarte a ti mismo
Si no quiere hacerlo frente a un espejo, hágalo en sus pensamientos. Pero siempre con regularidad.
Por ejemplo, antes de acostarse, no piense en los errores que cometió durante el día, sino en lo que hizo bien. Hay más momentos así si intenta recordarlos.También puede llevar un diario, anotando diariamente aquello por lo que se le puede elogiar hoy.
3. Intenta cambiar rápidamente después de los errores
Nadie es inmune a cometer errores. Pero cuanto más continúas reprochándote a ti mismo, más tiempo actúas de manera ineficaz. están bajo estrés.
Prohíba pensar en el error durante más de 5 minutos si nadie se lo recuerda. Sí, hiciste algo mal. ¿No te despidieron? Así que pasamos y nos olvidamos.
4. Haz lo mejor que puedas
No todo el mundo puede convertirse en un modelo superior, pero esa no es una razón para optar por la comida rápida. No todo el mundo nace como genio, pero esto no es motivo para no leer libros y seguir estudiando.
Haga lo que pueda, comparando sus éxitos con usted mismo en el pasado, no con los de otras personas.
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