Savash se dio cuenta hace mucho tiempo de que estaba enamorado de Meriem. Y vi que la niña no le era indiferente. Pero entre los amantes hubo muchos secretos y subestimaciones, que obstaculizaron el desarrollo de su relación.
Meryem, al enterarse de que el fiscal había arrestado a Gyuchlya el día del funeral de Gulumser, fue a Oktay para llegar a un acuerdo. Oktay debe dejar que el chico se vaya a despedirse de su madre, a cambio ella le dará lo que él le pida. Y Oktay exigió mantenerse alejado de Savash y su séquito.
Meryem siempre cumplió su promesa y, después del funeral, Gulumser le dijo a Savash que ahora sus caminos divergen.
Savash no quería dejar ir a Meryem, diciendo que ella también lo amaba.
Meryem sabía que Oktay no los dejaría en paz, así que decidió renunciar a su amor.
Savash no insistió. Entendió que es imposible construir relaciones cuando hay secretos entre las personas.
Meryem comenzó a trabajar en una panadería. Pero su corazón y sus pensamientos estaban cerca de su amado.
Una noche, Meryem sacó una muñeca con la que podía contar lo que había en su alma.
Sentada en su habitación, Meryem comenzó a decirle a su muñeca Gunesh que estaba muy cansada. Cansado de tener miedo por un ser querido. Meryem admite que ama a Savash y no lo tolerará si algo le sucede.
Mientras tanto, Savash, al enterarse de que querían matarla por la noche, llegó a la panadería. Escuchó todo de lo que Meryem le estaba hablando a su muñeca.
Habiendo dicho las últimas palabras, Meryem notó a Savasha. Meryem se levantó del suelo y le preguntó qué estaba haciendo allí.
Savash se acercó a Meryem sin decir una palabra y lo besó. Savash dice que sabe a qué le tiene miedo. Con estas palabras se fue.
Savash tendió una trampa para aquel a quien Meryem teme. Y ahora tiene la intención de averiguar quién es.